miércoles, 28 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

Brote de surrealismo refugiado políticamente en Amsterdam


Amsterdam, 1973.
Ella llega a un piso en un barrio donde residen variopintos refugiados políticos. Como el gobierno holandés ha construido los pisos y comprado el mobiliario de una vez, resulta que todos los inmuebles son exactamente iguales por dentro y por fuera.

Los pisos tienen todos la misma distribución y los mismos muebles. Ella se vuelve loca cuando va a tomar el té a casa de otro refugiado político, porque le parece estar accediendo al mismo piso una y otra vez. Como remate, también se mantienen las mismas conversaciones y nadie hace preguntas personales.

En los setenta, los arquitectos holandeses diseñan una maqueta para hacer un barrio, con sus bloques y sus parques, y levantan la misma creación en varias ciudades, con lo cual, cuando ella visita otras urbes ve exactamente los mismos barrios reproducidos.

¡Qué locura!, exclama ella un día, antes de preguntar a un refugiado político por qué está residiendo en Holanda.

jueves, 23 de julio de 2009

Meditar en bici



Ayer, el sol entre lluvia y lluvia, lo aproveché para ir a ver a un amigo, que trabaja en el barrio repijo de Ámsterdam, situado en los márgenes del Vondelpark.

Iba yo con mi bicicleta calvinista, la llamo así porque es austera como todas las que ruedan por la capital holandesa, recorriendo esas calles bien cuidadas con sobrios pero elegantes edificios, de cuatro o cinco alturas como mucho.

Me fijé en los coches aparcados. Todos eran 4x4 o deportivos de esos que no son de pega, como los coches tuneados. Me di cuenta de que provocaba una sensación agradable en mí el pasear en bici entre la riqueza o el barrio de los ricos. Empecé a meditar mientras observaba: ¿Me gustaría vivir ahí y de esa manera?.
Vi un Porsche azul, y me pregunté si querría tenerlo. Primero, no lo voy a negar, respondí que ¡sí!

Inmediatamente después del ¡sí!, me di cuenta de que si no he destinado mi dinero a lujos, es porque no los considero necesarios. Era muy agradable pasear en bici por ese barrio, pero no me daban ninguna envidia sus habitantes. Ellos tienen en ese tipo de barrio, su burbuja, y yo tengo la mía, que es muy permeable.

Aparqué la bici para visitar a mi amigo. Cuando volví a por ella, el semáforo estaba en rojo para peatones y todos los coches parados. Percibí, por el rabillo del ojo, un BMW negro brillante parado el primero de todos. Me decidí a cruzar los tres metros de calle, en ese momento el BMW aceleró mientras estaba yo con mis pies en el asfalto. De un saltito llegué a la acera.

¿A qué viene tanta mala leche, cuando se vive en ese barrio y se conduce semejante coche?

¡Por favor, Dios! ¡Que me quede como estoy!

viernes, 17 de julio de 2009

Entrevista a un zombi



- ¿Cómo se llama?
- Me llamaba y me llamo Johannes.

- ¿Le siguen llamando así?
- Claro. No me voy a cambiar de nombre, ¿no? Bueno,..

- ¿Quiere decir algo más sobre su nombre? Le veo dubitativo.
- Ahora me llaman Risi. ¿Sabe por qué?

- Creo que hay una marca de gusanitos, esos snacks salados, que se llama Risi.
- Exactamente. Por eso me llaman así.

- ¿Cuántos años tiene?
- Tengo 56.

- Y, ¿cuando murió?
- Morí con 56 y sigo teniendo los mismos. Los zombies no avanzamos en edad. Morí de cáncer de pulmón.

- Vaya. Pues voy a apagar mi cigarrillo.
- Haga lo que quiera. Usted tiene delante ahora mismo la imagen de los pulmones de un fumador muerto de cáncer.

- Sí. Lo voy a apagar inmediatamente. ¿Tenía hijos o esposa?
- Oiga, no quiero ofenderle, pero me está tratando como si estuviese muerto.

- Perdone, es que lo está. Siento mi poco tacto, pero es que es así.
- No, perdone. Un muerto no habla, y yo estoy siendo entrevistado por un periodista que es usted.

- ¡Ahí me ha dao! Le preguntaré sobre cosas más actuales.
- Gracias. Es que los zombis estamos hartos de que nos pregunten solo por el pasado. Tenemos vida, ¿sabe?

- Entonces, cuénteme, ¿cómo es su día a día?
- Pues como cualquier otra persona intento llevar un orden. Me levanto por la mañana, limpio el polvo de mis jarrones de flores, mi lápida, me ajusto la corbata, lo normal.

- ¿Qué hace después?
- Me dirijo a la fuente y me lavo la cara, me peino el cabello. Lo que me queda de él. Y luego doy un paseo por el cementerio, me siento al sol, pero solo un ratito, porque los efectos del sol sobre la carne podrida...

- Agggg
- Se imaginará que no son muy agradables.

- Y tanto que no. Ejem. Veo que sus actividades no difieren mucho de las de cualquier persona.
- Ya estamos. Es que somos personas.

- Claro. Perdóneme. Sigamos. ¿Tiene amigos? ¿Qué hacen los zombis para pasarlo bien?
- Lo que más nos gusta es asustar a la gente. Suena mal pero es la verdad. Cuando vemos a una maruja postrada ante la tumba de un colega nuestro, nos acercamos a ella dos o tres zombis, gemimos y nos morimos de la risa. Jajajajaja

- Yo no le veo la gracia. Me suena a broma muy pesada. Cruel, incluso.
- Somos zombis. ¿Qué quiere que le diga? Es lo que se espera de nosotros.

- No es una excusa razonable. En fin. La siguiente pregunta que voy a hacerle puede resultar peliaguda, pero tengo que hacérsela.
- Adelante.

- ¿Es verdad que comen carne humana?
-Sí.

- ¿Se ha comido a alguien conocido?
- Es, en efecto, una pregunta peliaguda, pero es una oportunidad para explicarnos correctamente. Los zombis somos como los leones. Si estamos hambrientos somos peligrosos. Si no, nos dedicamos a otra cosa.

- Como asustar viudas.
- Exactamente.

- ¿Está hambriento ahora?
- No. He comido a las tres. Hace poco.

- ¿A quién se ha comido hace tan sólo cuarenta y cinco minutos?
- He ido al parque. Había un borracho durmiendo la mona. No se ha dado ni cuenta cuando le he destripado.

- ¿Estaba bueno?
- Sí. Es como carne licorizada. Muy buena. Ya la probará.

- Perdone. Es que lo que cuenta es muy impactante.
- No se alarme. Creo que a ese borracho le he hecho un favor. También a la sociedad.

- Sigamos. ¿Es verdad que los mordidos por un zombi se convierte en uno de ellos?
- Sí, y cada vez somos más. No hay suficiente sitio en los cementerios. Tendrían que construir más. ¿Podría pedírselo al alcalde? Ese que va en el mercedes blanco, con una barriga que no le deja agarrar el volante.

- Intentaré transladarle su petición.
- O si no, me lo comeré. Jajajaja

- Vayamos a temas más alegres. ¿Tiene novia?
- ¡¡Sí!! Bueno... quiero tener. Es una zombie preciosa, la han enterrado hace cuatro días. Aún no se ha descompuesto. Tiene la piel verdosa, transparente, sin manchas. Un ángel.

- ¿Ha salido de la tumba la chica?
- Sí. Pero va con las de su edad. Las que llevan pocos días enterradas. Yo llevo aquí casi un año.

- ¿Hay algún momento en el que un zombie desaparece por completo?
- Sí. Lo hay. Cuando estás demasiado podrido, las extremidades se descuelgan, ya no puedes salir más de tu tumba hasta que te conviertas en polvo.

- Qué final tan lento, ¿no?
- Es horroroso. Intentamos ayudar a los colegas que están en esa fase. Vamos a su hoyo, le cantamos, le damos un brazo fresco para comer. Cosas así.

- Parecen más solidarios que los que estamos vivos.
- Sin duda. En nuestro mundo, no existen muchos de los vicios que sí hay en el de los vivos. Como el dinero, la posición, el qué dirán, los complejos, no sé. Tantas cosas. Todo es, ¿cómo diría? Más natural, más humano. Se comparte todo, se ayuda al que lo necesita. Marchamos siempre en grupo. Avisamos cuando hay comida a la vista.

- Casi que me dan ganas de ser zombi cuando me haga viejo y esté a punto de morirme.
- Puede ser zombi esta misma noche si quiere. Hay unas mozas enterradas que son una delicia. Al despertarse por primera vez como zombis están desconcertadas, pero ahí es donde uno aprovecha, y les enseña el cementerio, las costumbres, le presenta gente.

- ¿Existen Dios o el diablo?
- Yo no los he visto nunca.

- ¿Por qué estamos aquí?
- Los humanos estamos en la Tierra para ser el alimento de otros. De este modo, los hombres son el alimento de los zombis.

- Se me había olvidado ese detalle. No sé si podría comerme a un humano.
- ¿Nunca le ha dicho a una mujer que se la comería a bocaos?

- Sí.
- Pues siendo zombi, lo puede hacer de verdad. Y le digo que es muy excitante. Es algo fuera del alcance de un humano, pero para nosotros, es todos los días.

-Eso sí que me gustaría. Comerme a todas las que me han rechazado.
- Así me gusta que hable. Pero primero, usted tiene que convertirse en uno de nosotros.

- No sé si estoy preparado.
- ¡Yo sí!

En ese momento, el hambriento zombi se abalanza sobre el periodista y mientras el carnívoro debora sus tripas, el todavía vivo redactor ve como el otro disfruta. Con los intestinos brotando de su boca el zombi dice:

¡Qué tontos sois! Siempre picáis. Por la avidez de publicar una entrevista con un zombi, os jugáis la vida. Cuando os respondo que como carne humana, no salís corriendo. Os quedáis ahí, con los minutos de vida contados. Antes de que te mueras del todo, te diré que no te vas a convertir en zombi, para eso tendría que haberte mordido solamente. Sin embargo mis colegas y yo, nos vamos a comer hasta el último de tus tendones.

- ¡Hey! ¡Venid aquí! -llama el zombi agusanado a sus compañeros de cementerio.

El periodista, en su último soplo de vida, mira a su alrededor. La sangre pegajosa es un charco negro que desprende un olor dulzón y repulsivo. Un segundo antes de morir, comprende la levedad del ser.

"Entrevista a un zombi" ha dado lugar a un corto dirigido por Pablo Jordán. Aquí puedes ver el tráiler.

miércoles, 15 de julio de 2009

Premier y varitas mágicas a media noche



"Para culminar este día de mi cumpleaños, he reservado cinco entradas para ir a ver esta noche a las doce, la premier de Harry Potter and the Half-blood Prince". Estas fueron las palabras de la niña-mujer que ayer cumplía dieciocho años, y las que estábamos con ella, mayores que la chiquilla, seguimos dándole caladas a nuestros cigarrillos sin demostrar entusiasmo alguno.

Pero, ¿cómo nos íbamos a negar? Allá, que tras un día de cumpleaños, barbacoa de carne y pescao incluida, nos tomamos un cafetazo y nos montamos en el Volvo, para dirigirnos a la última entrega de la pesadísima saga del chaval con poderes mágicos.

¡Qué dineral ha debido ganar la autora, no sé qué Rowling! Los cines estaban a reventar, dos salas enormes albergaban a los fanáticos del muchachito con su varita luminosa. Para mí, que por principio no me gustan las pelis comerciales, la cinta sólo llamaba mi atención por el tema de los efectos especiales.

Resumiendo, no voy a aburriros, la peli me pareció una mezcla de Berverly Hills 90210, Embrujadas y Superman 3 (con los tres malvados vestidos de negro). Diez euros me sacaron por visionar semejante maravilla mundial. Dos horas y media, con pausa incluida y anuncios diría tres, de movie que no termina de arrancar. Parecía que empezaba la acción, pero no. Y así, casi tres horas.

¿El final? Bueno, como se trata de una colección de libros hechos pelis, no hay un final final. Todo es una continuación. No hay conclusión ni moraleja. Para llegar a descifrarla, quizá debería acudir a los cines cuando saquen las dos últimas entregas de ésta, la octava maravilla del mundo.

Pues, ¿qué quieren que les diga? Ya tengo la moraleja: cuanto más famosa la peli y más esperada, más probabilidades de que sea un rollazo.

Ahórrense esos diez euros, al menos es lo que cuesta el cine o bioscoop en Holanda, e inviértanlos en un buen tanque de cerveza y un paquete de tabaco con un amigo.

Claro que, lo feliz que hicimos a la cumpleañera, ¡no tiene precio!

martes, 30 de junio de 2009

Allá donde estés


Nunca me ha gustado formar parte de un movimiento masivo, pero esta vez, me apunto a él. Ha muerto el Rey del Pop y yo, lo he sentido.

¿Porqué un cantante tan lejano a mí, que ni siquiera formaba parte de mis discos de primera necesidad, me hace sentir pena una vez que ha dejado este mundo? Respuesta sencilla, porque se trata de Michael Jackson. Porque su música me ha acompañado durante toda mi vida.

No voy a enumerar sus discos o los hitos de su carrera. No me los sé, y reconozco que sé muy poco sobre sus escándalos, manías y todo tipo de detalles morbosos de su vida. Al contrario que muchos periodistas de televisión, que como cotorras hablaban sobre el astro del pop alrededor de una mesa en horario de medio día, como si hubiesen sido sus seguidores o biógrafos números uno, me limito a contar en este blog, lo que el Rey del Pop ha sido para mí.

Recuerdo cuando pusieron su videoclip más famoso en televisión. Yo tenía pocos años. Mis padres y mis hermanos estábamos en la casa de mi abuela. Mi hermana, al ver la cara del hombre lobo del Thriller, saltó desde enfrente de la televisión, hasta el sofá que estaba al fondo de la salita. Del susto, saltó por encima de la mesa, llena de miniaturas, y aterrizó en el mullido sofá.

Como nos gustan las pelis de miedo, ese videoclip, nos cautivó. Teníamos menos de diez años, pero Jacko había entrado por la puerta grande a nuestras cortas vidas, con su baile espectacular, con su puesta en escena, con su ritmo inconfundible, magistral, con su tez morena, su dulce y joven belleza.

Siempre me dio la impresión de que este cantante, una superestrella, estaba desamparado en la arena discográfica. Repito que no sé mucho sobre él, pero me encantaba, como a cualquier otra persona con buen gusto musical y amor por el baile. Nunca me creí el morboso capítulo sobre sus inclinaciones con los niños. En mi cabeza no cabe, que unos padres acepten dinero, a cambio del silencio, después de que un maníaco haya abusado de su hijo. Creo que todo fue un montaje. Michael Jackson podría no haber sido un santo, pero tampoco un pederasta.

Te has ido, Michael, y lo que más me apena es pensar que, siempre rodeado de crápulas, moriste solo. Y yo, que medito sobre la muerte amenudo, creo que en esos momentos antes de desvanecerte, debiste sentir tanto miedo, y me dan ganas de llorar, no porque nunca te veré más, sino por esa vida de estrella inalcanzable, ídolo de masas, y absolutamente solo en la hora de tu muerte.

Te recordaré siempre, como millones de personas, me quedo en mi memoria con tu moonwalk, y tu actuación Billie Jean, en el Pasadena Civic Auditorium - Motown 25.

Allá donde estés, siempre te llevaré en el corazón.

jueves, 23 de abril de 2009

Mujer palmera mirando el puerto de Palma


Releyendo mi queridísimo blog, me he dado cuenta de que nunca conté qué pasó con aquél concurso de pintores amateur en el que participé en enero, organizado por el periódico Volkskrant (¿era realmente necesario nombrar el periódico? Pues no. Pero queda muy holandés).

No gané ese concurso, si no, ya se habrían enterado hasta en Vladivostok. Pero, lo que pinté, es uno de los cuadros más bonitos que he hecho. Mis amigos dicen que es un autorretrato. Yo lo pinté pensando en mi madre que se hacía un moño por el estilo, pero puesto que somos parecidas, pues sí, podría tratarse de un autorretrato inconscientemente. Podría tratarse de lo que quiero ser de mayor.

Una mujer se ha ido convirtiendo en palmera, a medida que pasa el tiempo, observando el puerto de Palma, tal era su belleza.

Obviamente, el puerto de Palma, no es exactamente el de la capital de las Islas Baleares, si no un puerto figurativo. Se trata del puerto de un pequeño pueblo, con sus casitas y su iglesia, que está situado casi en la orilla del mar. Palmeras y montañas cubiertas de pinos mediterráneos, le dan un toque de verdor al azulado paisaje.

El mar, de color azul intenso, como sólo el Mediterráneo puede ser a la caída de la tarde, ondea sus aguas con parsimonia, y hace ondear a los barquitos de pescadores.

La brisa mueve las ramas de las palmeras, un suave sonido agradable como ningún otro, se mete por los oídos de la mujer y acaricia su mente y su cuerpo, interiormente.

La mujer lleva días ahí, frente al mar, observando sus movimientos, intentando memorizarlos para reproducirlos cuando esté lejos de él. Presa de su éxtasis, se ha olvidado del tiempo, y en un dulce pero poderoso trance, ha empezado a convertirse en palmera. Sus piés se quedaron calvados en la arena, su piel se tornó piel de palmera. Su cuerpo, pierde las formas femeninas y se tornea cual tronco, delgado y recto. Su altura se ha multiplicado, ¡ahora mide veinte metros!

Pero, ¿qué ha pasado con su cara y con su pelo rizado recogido en un pomposo moño?

Para sorpresa de los pescadores y de los pintores que acuden a la remota bahía a captar el movimiento del mar con sus pinceles, la palmera que domina la playa, tiene cara de mujer, y entre sus ramas, grandes tirabuzones de cabello, se precipitan al vacío.

Los pescadores y pintores pierden el aliento, cuando al ascender sus ojos por el tronco de la extraña palmera, advierten que es una mujer, y que no aparta su vista del mar, con una sonrisa dibujada en su boca.

Escapar de la inducción a la ignorancia


Queridos compañeros coetáneos, desde lo más profundo de mi corazón, he de deciros que habéis perdido toda la fuerza y el afán de lucha que corresponde a la juventud que representamos.

Estáis vacíos y no tenéis ganas de actuar en el presente para cambiar el futuro. Las injusticias se suceden a nuestro alrededor y sólo unos pocos tomamos conciencia e intentamos diseñar una estrategia que nos salve del oscuro presente (y más oscuro futuro).

Estáis drogados, sedados, atontados y nada os importa. Tomáis una dosis de televisión de más de tres horas al día, la más alta de la Unión Europea; tenéis divertimentos superficiales que os llevan directamente a la evasión: no tendréis una vida mejor por estar huyendo y enseñar a huir a los que vengan detrás.

Os manejan desde los medios de comunicación, os manejan los adultos que os rodean porque no tenéis cultura para rebatir nada, os manejan vuestros jefes y los caciques de vuestro pueblo o barrio. En vuestra situación, sabed y no dudéis, que estáis para servirles y que jamás escaparéis a menos que pongáis en marcha la máquina de la fortaleza y el poder que lleváis dentro, llamada Juventud. Tan arrinconada la tenéis…

No os conforméis con un salario ridículo a cambio de dejar de estudiar, es la única clave para salvaros del fatal desenlace: una vida de deudas y problemas con el dinero, con quien os lo paga y con el Gobierno que no arregla nada.

Nuestros padres lucharon y nuestros abuelos también. Hoy la lucha no es contra un bando armado o contra un dictador. Hoy la lucha es contra el gran sistema extendido en España: eres un esclavo de las facturas e impuestos, que nunca se alejan de ti aunque tengas dos trabajos; donde es necesario casarse para poder comprar una simple vivienda; donde criar hijos es un verdadero problema y un lujo, imposible para muchos; donde casi nadie se va de casa de sus padres por sus propios medios; donde se distribuye droga con libertad; donde los traficantes de hachís hacen sus grandes cifras a costa de amputar la ilusión a los que han dado todo por perdido a la edad de 16 años; ¿A dónde ha ido la solidaridad con el que tenemos enfrente? Sólo te importa tu pandilla, ¿verdad?

No te culpo. Os han hecho así. Entre todos.
Los políticos son tan oscuros y mentirosos que no les creeríais nunca, por lo tanto, no os interesa escucharlos. Por ellos tenemos este clima hoy, que nos hace mirar a nuestro alrededor con deseos de escapar, gritar o resignarse. Hacer nuestra vida en un marco sin color y con un camino en el que se necesita, al menos, de un porro para reír y ser un poco pseudo feliz. No sales de ahí, porque sólo en compañía de tu círculo estás bien o al menos no te recuerdan todo lo negativo y difícil que te rodea. Hoy los políticos son los culpables y mañana serás tú, si haces que no cambie nada para los siguientes.

Vivimos tiempos de amputados sociales, no existe ese lado para la juventud, ni compromiso ninguno por cambiar nada. La verdadera preocupación debe orientarse a construir un mundo mejor, al nivel de tu barrio; al medioambiente; al reciclaje de basuras y uso de nuevas energías renovables y que no causan guerras y muertos (dinero para los estados que las promueven, tristeza para el pueblo que las costea sin querer, horror donde corre la sangre, pasividad generalizada); a ocuparte de limpiar tu alrededor de drogas (no comprándolas, no pasándolas); a no olvidarte de los libros a lo largo de toda tu vida, porque son la clave para que tu mente sea abierta pero difícil de manejar; y tú, un ser más libre para elegir tu recorrido y el mundo en el que quieres vivir.

Aún tenemos un momento para luchar. Se destina mucho dinero del pueblo al Ejército pero también algo a fines sociales. Crea un pequeño proyecto, en tu barrio o en tu pueblo. Para cambiar las cosas, no se empieza por un gran golpe de efecto. Necesitamos una corriente viva, dinámica y nuestra. Nuestra porque somos la juventud, la esencia de la lucha.

Tu opinión, cuenta. No te quedes en la oscuridad de la ignorancia, porque serás la perfecta carne de cañón. Fácil de engañar, manejar y convencer. Sobre todo, porque si no hacemos nada, nuestra gran preocupación será siempre la de poder llegar a fin de mes y de eso, ya vale.

Muchos pasan la vida estudiando y luego no consiguen un salario o un trabajo dignos. Lo que debes hacer no es dejar de estudiar, sino moverte hoy para cambiar el mañana y conseguir un trabajo y un salario dignos. Así una vida feliz, apartada de la droga, donde haya sitio para los demás que sin duda, alguien siempre necesitará tu ayuda.

Hay muchos de esos adultos que no quieren tu progreso. No les viene bien. Una mente libre y culta es difícil de manipular. Un/a joven luchador/a y limpio/a de drogas es demasiado libre para manejarle. Se pregunta el porqué de las cosas y está dispuesto a que nadie le rompa sus ilusiones y lo convierta en su esclavo laboral.

Queremos esa juventud, luchadora hoy, ganadora mañana. Fuerte ante lo que no le gusta, dueña de su camino y capacitada para pensar y decidir.
Desde lo más profundo de mi corazón, te invito a reaccionar y a luchar, con la gran esperanza de que al menos, reflexiones un momento y me digas si no llevo razón.

La necesidad de salvar al inocente


Está más cerca de lo que pensamos, aunque esta frase me lleva a pensar en el inocente de África. El niño negro con la barriga hinchada, que sin ser el culpable de nada, empieza a vivir una vida de castigo desde que es engendrado.


El inocente, es el que independientemente de su edad, cree en las bondades humanas, en la magia de la vida, en la energía positiva, en la salvación de todos y en la superación de todo los problemas.


Cuando el inocente es agredido, cuando pierde su confianza en el humano, es de vital importancia que aquellos que siendo inocentes, hemos dejado de serlo, le ayudemos y no sólo eso, si no que consigamos, rescatar su inocencia y depositarla de nuevo en el lado amable y bueno de la vida.

Los inocentes de carácter y de pensamiento, son los que hacen que el mundo sea mejor. Los que ayudan sin dudar al que conocen y al que no conocen. Los que sonríen sin esperar nada a cambio. Los que dan, sin pedir nada de vuelta.


El inocente, dañado, que duda en volver a confiar en la especia humana, que empieza a sentir el amargo sabor del desengaño, del agujero negro sin salida descubierta, necesita volver a creer, y los que estamos a su alredeor, necesitamos que él crea de nuevo. Debemos rompernos la cabeza buscando una solución para su dolor. La recuperación de estos inocentes, es vital para que la bondad de los humanos no pierda terreno ante el lado oscuro de ellos mismos.


viernes, 3 de abril de 2009

Y deseo no volver jamás


Mi queridísimo espacio de publicacion
ipso facta, cuánto tiempo sin dirigirme a ti. Aún estoy liada con la terminación de ese cuadro onírico sobre la carretera sin fin. La primavera ha llegado y nos ha sorprendido a todos porque hace un calor que no veas. En Holanda tengo mi ropa de invierno, así que, se está convirtiendo en un suplicio pedalear con botas y calcetines. Nunca pensé que diría esto.

Ayer hablábamos de Frida Kahlo. Oye, cuánto sufrió esta mujer. Tuvo una vida llena de operaciones y dolores físicos y metafísicos. Eso, la llevó a pintar el surrealismo de su vida real. Hoy, ¿quién no la conoce?

Me pregunto si hay que sufrir mucho para ser recordada por los siglos de los siglos. Mira a Jesucristo, si no. Los cuadros de Frida están llenos de color, y cualquiera que no estudie un poquito su obra, pensaría que es una mujer positiva, que sólo mira el lado amable de la existencia. Sin embargo, si te detienes, y observas los rojos corazones, las blancas calaveras, los sangrantes cortes en el cuerpo de la artista autorretratada, entonces te das cuenta de lo mucho que sufrió.

De pequeña, enfermó de poliomielitis, con lo cual quedó cojita. Y estéril. De mayor, sufrió los abortos de los niños que hubiese podido tener con el amor de su vida, su infiel marido Diego Rivera.

Así que no sólo sufría físicamente, si no que tuvo que aguantar a su esposo liándose incluso con la hermana de ella. Aún así, se casó dos veces con él. Como diciendo,
te odio, pero me caso contigo... otra vez. ¡Qué mujer tan fuerte y que alma tan atormentada!

Frida se sometió a más de treinta operaciones quirúrgicas, tras aquél terrible accidente que tuvo el autobús en el que viajaba con un tranvía que se atravesó. Treinta operaciones y decenas de corsés, para intentar enderezar su columna hecha un sendero sinuoso más que un camino recto.

Hay una película de Salma Hayek, sobre la vida de la pintora. Bueno, pues la recomiendo. Está hecha con creatividad, respetando la obra de la artista. El film es colorista y alegre, pero la vida de Frida, es... una pena.

Antes de morir, tras mucho tiempo acostada en su cama, pintando para evadirse de su desgracia, Frida dijo:
Espero alegre la salida, y espero no volver jamás

¡Qué frase! Me pone los pelos de punta. Si hubiese alguna posibilidad de poder volver a la vida, Frida la rechazaría. Había sufrido tanto, que no quería volver a vivir ni por asomo. Quería, de hecho, salir cuanto antes, y no regresar.

Saquen la película del videoclub o cómprenla, porque es una reflexión sobre la vida misma.

domingo, 15 de febrero de 2009

La carretera sin fin



Ayer por la mañana se me tenían que haber acabado los días difíciles del mes, pero no sé porqué están durando más de lo debido. Será porque como no me gustan, me persiguen.

No tengo claro si el sueño que voy a contar lo he tenido antes de levantarme a las 04:27 horas o después. En cualquier caso, ha valido la pena despertarme en medio de la noche para que mi cerebro elaborara tan misterioso y surrealista sueño.

Conduzco un coche, parecido a un BMW azul oscuro, a toda velocidad por un paisaje de montañas secas que no tiene fin. No hay carretera, no hay señales de ningún tipo. Parece un desierto pero no es arena lo que pisamos. Es una tierra fina entre amarillenta y marrón. Un tipo de grano que no he visto en mi vida. Parecía como tierra artificial para Belenes. El contorno de la carretera no existe. No es ni siquiera "una carretera". Sé que es una carretera porque sus bordes son un poco marrones, y no amarillos como el resto del paisaje.

Hacía sol, no tenía miedo, pero las montañas compuestas por esa extraña tierra, eran eternas. Se multiplicaban en el horizonte y no tenían fin. La carretera estaba llena de curvas. Íbamos hacia arriba y hacia abajo. Girando y volviendo a girar. A veces el BMW derrapaba, bajábamos del coche, divisábamos más y más montañas. A lo lejos, ni una sola casa. Ni una sola huella. El cielo era azul, como el del las doce del medio día. Sospechábamos que conducíamos por La carretera sin fin. Boquiabiertas, subíamos al coche, seguíamos conduciendo por esa inmensidad. Los tonos amarillos y marrones dominaban. La textura, como polvo de oro pero más recio, más rugoso.
No teníamos sed, no teníamos temor a nada, pero acabábamos de descubrir que lo imposible, nos estaba ocurriendo en ese mismo momento. La carretera sin fin era algo real. Tantas veces había dicho la humanidad esta carretera no tiene fin y ahora había llegado el momento, en el que asistíamos a una irrealidad real, palpable.

Tras una eternidad subiendo y bajando las curvas de esa carretera, que lamía las eternas montañas de cumbres suaves y redondeadas, llegamos a un sitio.

¡Mira, hemos llegado a un sitio! Una arcada asentada en columnas color ocre, se apoyaba sobre un suelo blanco con rombos negros, brillante, recién fregado. Al terminar la arcada, verdes palmeras y vegetación de otro tipo, alegraban el lugar y le daban frescor. Era una sala de baile preparada para nosotras.

¿Quién la había limpiado o preparado para nosotras? Eso permenecerá siendo un misterio. Era una sala preciosa, de estilo Art Noveau, con el suelo abrillantado, listo para deliszarse sobre él con pasos de baile. Silencio y paz flota en el ambiente. Tras La carretera sin fin, hemos llegado a un lugar preparado para nosotras, sin un grano de arena en el suelo, donde vamos a bailar y a disfrutar profundamente de los regalos inesperados de la vida.

Moraleja. Todo el mundo está perdiendo su trabajo, y yo aún no he encontrado uno. Tras un recorrido que parece no tener fin, duro, seco, sin principio ni final, hallaré mi recompensa, y será maravillosa. Bailaré en un jardín húmedo, elegante, estético y serenísimo, con el suelo recién abrillantado.

jueves, 29 de enero de 2009

Tom Cruise, Obama, Mao y los jueces españoles


Hace unos días que se ha ido un amigo que respondió a mi llamada de socorro. No es que fuese una emergencia, pero quedaba bien decirlo. En los cuatro días que ha estado aquí, no hemos parado de salir ni de noche ni de día. Es joven por fuera, sólo 37 años, pero es todavía más joven por dentro.

Paseábamos cerca de Rembrandtplein cuando vimos a cinco cámaras de televisión y una veintena de personas esperando a las puertas de un cine que nos recordaba a un edificio de Gotham City. Tom Cruise estaba dentro de la sala presentado su nueva película Valkirie. No tengo nada a favor ni en contra de este actor. No me suscita muchas sensaciones. Los holandeses, tan sencillos como siempre, no se habían pasado horas delante de la puerta, arremolinados, esperando ver al actor. Allí, como si tan normal cosa, había cuatro gatos. Nosotros seguimos nuestro camino.

Salimos, mi amigo y yo, hasta bien tarde, yéndonos a dormir a las seis de la mañana cada día. La mañana que tenía que ir a la radio a grabar un espacio resumen del año 2008, sencillamente no escuché el despertador. Para no desaprovechar el trabajo preparado para dicho programa radiofónico que nunca tuvo lugar, voy a dar paso a algunos comentarios.

Parece que al cierre del año 2008, es imposible no hablar de Obama. Pues una mezcla de razas encarnadas en un solo hombre, cuyo papel como jefe mundial se supone que traerá cosas buenas para todos. En lo que a mi experiencia se refiere con los políticos, sé que los hay buenos y malos, y la mayoría son vaguetes con ganas de ganar pasta sin mover un dedo. No sé cómo se lo montan, pero un alto porcentaje ni trabaja ni deja trabajar, pero ahí los seguimos manteniendo. La erótica del poder les lleva a quedarse pegados a su puesto, pegados cual chicle escupido al asfalto en verano y pisado mil veces. No hay quien los saque de ahí. Es lógico, ganan mucho dinero sin mover un músculo y encima son reconocidos y famosetes. ¡Qué poca vergüenza tienen! La avaricia les ciega y creen ser el cerebro electrónico capaz de salvar a su país y al mundo entero. Tenemos muchísimos ejemplos de lo que estoy diciendo. No voy a entrar en detalles. Esperemos que este Obama sea un político diferente, aunque me reservo el beneficio de la duda.

Otro de los temas que iban a salir en mi espacio en la radio, son los pasos de dragón rojo que está dando China. La crisis que vivimos en nuestros días, puede afectar al vuelo de tan enorme pájaro con más de mil trescientos millones de pasajeros. Si los países que son la habitual clientela de China no tienen dinero para comprar, ésta, podría ver afectado su modelo de crecimiento. Están muy lejos de ser un país democrático. Me imagino que aunque sea tan patente su presencia mundial, los pobres chinos deben estar trabajando como negros cuando la esclavitud. Y sin recibir mucho a cambio.

A mí, que me gusta el tema chino, lo del Comunismo de Mao, es un tema para estudiar de cerca. Es apasionante, por lo menos a mí me resulta así. Hay un antes y un después de Mao en China. Recordemos que tras guerrear contra Chang Kai Chek y algunos señores de la guerra, además de concluir la Larga Marcha, en la que desaparecieron decenas de miles de personas, que no se sabe si murieron en guerra o en las purgas internas, subió al poder en octubre de 1948. Perdónenme la falta de precisión en las fechas, tampoco es tan importante. Mao, puso a los campesinos en la primera fila de la sociedad china, las mujeres dejaron de vendarse los piés y pudieron volver a andar y ser independientes. Se confiscaron las tierras a aquél que tenía más de unos metros, y fueron entregadas a los demás, lo que quiere decir que se las quedó el estado. Algunos hitos del gobierno de Mao, el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. Ambos catastróficos. Pero a Mao, en China lo adoran.

En el primero de los hitos, la idea era producir más acero que los EEUU. Para esta brillante idea, se fundieron hasta los dedales y los viejos wok de los campesinos. Todos estaban llamados a fundir cualquier cosa que fuese de acero. Los niños no podían ir a la escuela, tenían que buscar trozos de acero en el campo. Así fundieron las herramientas para trabajar las siembras, los utensilios de cocina, las ruedas de los carros, todo. El resultado fue que a parte de no superar la producción de acero de EEUU, nadie se ocupó de sembrar el arroz, por lo que la consecuente hambruna fue además de provocada por el intelecto de Mao, una ola de muerte que cosechó (ahora sí) más de setenta millones de chinos. Mao se había equivocado y decidió retirarse una temporadita de la escena pública. Nadie le pudo culpar de los millones de muertos, esos campesinos chinos que él tanto presumía amar.

El segundo hito es más ecalofriante e hipócrita todavía. La Revolución Cultural, producto de la retorcida mente de su esposa, Jiang Qing, la actriz que nunca fue reconocida como tal hasta que no se casó con el jefe de los chinos. Esta revolución, se basó en un esquema aterrador. Destruir todo aquello que no fuese Mao. Desde 1966 hasta 1976, China vivió una década de pesadilla. Los jóvenes descerebrados miembros de la Guardia Roja, con el Libro Rojo de Mao en su mano, apalearon y asesinaron a todo aquél que fuese intelectual, culto, inteligente, trabajador, afortunado o discrepante con la más mínima idea de Mao. Murió más gente que en el hito anterior, y más violentamente. En estas líneas no puedo transmitir el dolor de esos años, pero algunas escritoras chinas, sí lo han conseguido. Para saber más aconsejo leer Cisnes salvajes, de Jung Chang o Madame Mao, de Anchee Ming. Esto pasa por darle el poder a los envidiosos. La Revolución Cultural fue una apología de la envidia. Todo aquél que valiera, estaba condenado a morir públicamente o a pudrirse en una cárcel. La historia de China, hay que leerla para creerla.

Los chinos están aleccionadísimos. Han de demostrar a Occidente la grandeza del comunismo chino. Entre otras manifestaciones, encontramos las super olimpiadas del verano de 2008. Las observé en la televisión, y me pareció que estaba organizadas con tal precisión y fervor, que difícilmente podrían ser igualadas por las de Londres 2012. Ya veremos. Lo ingleses también tienen pasta, pero no necesitan mostrarse al mundo como la nueva potencia, tal y como lo ha hecho China. Añado que cuando en los titulares decían que los chinos se apuntaban en masa al voluntariado olímpico, me reía. Me imagino muy bien al jefecillo de partido en cada barrio, amenazando a los habitantes con la muerte o con la ira del Partido Comunista si no se apuntaban a la lista. Claro, así tuvieron más de treinta mil voluntarios en la organización de los juegos.

A parte de mencionar que es la primera vez que ha nevado en Nigeria, me hubiese gustado despedir el programa dando un tirón de orejas a la Justicia española. ¡A ver si os ponéis a trabajar al ciento por ciento! Los jueces y los funcionarios de Justicia en España, son como los políticos. Poco trabajo y mucho dinero. Como no están, aún así, a gusto, sus señorías han decidido declararse en huelga, y además la adelantan a febrero. ¡Qué notición! Los jueces en España están situados en el limbo de ser funcionarios y cuerpo ejecutor de la Constitución. Según les conviene, se atienen a una definición u otra.

Hace un año que desaparecía la pobre niña Mari Luz. Sin saberlo ella, su caso ha descubierto la pésima salud del sistema judicial español. Nadie hace su trabajo o, ¿qué? El hecho de que tenga que morir una niña a manos de un pederasta asesino, en libertad no se sabe ni por qué, denota la poca efectividad del sistema. El juez Tirado estaba de cañas en Sevilla y se le olvidó durante no sé cuántos años el firmar la entrada en la cárcel del pederasta asesino. El resultado, la niña aparece muerta tres meses después. Para más inri, el pederasta asesino vivía en frente de ella y había abusado de ocho niñas más, incluída su propia hija. Qué asco.

No me extraña que la Justicia no suscite confianza entre los españoles. Después de todo, ¿quién no ha tenido un lío, ha acabado en juicio por no sé qué, y ha quedado defraudado? ¿Quién ha tenido una experiencia positiva con los jueces?

Como a Mao en su momento, a los jueces tampoco se les pueden pedir explicaciones ni tirar de sus puestos. Están ahí, intocables, pero cada palabra de ellos, afecta a los demás.

Nada. Seguimos dando el poder a los que no debemos...

lunes, 19 de enero de 2009

Vista de Palma vs. Mi Mona Lisa

Me he enterado por el periódico, de que hay un concurso para pintores amateur. Esa es una palabra francesa para denominar algo que se hace de manera no profesional. O sea, que no vives de ello. No es que yo pueda leer en holandés, pero me lo han soplado. A final de mes, tengo que mandar una foto de mi obra. Entonces, seleccionarán unas cuantas que en abril serán expuestas en los museos de Utrecht y Eindhoven. Pues, ¡qué bien!

Tengo obras hechas en cera, que son difíciles de plasmar en óleo. La presentación al óleo es mucho más profesional. Reconozco que me encantan mis ceras, con esos colores tan vivos, pero claro, no los puedo mezclar. El óleo brinda la posibilidad de crear una amplísima gama de colores. Tienes un azul y un blanco, lo que se traduce en un abanico de tonalidades. Si mezclo el óleo con aceite de linaza, es menos pastoso (Van Gogh no sabía esto o no le gustaba) y se seca antes.
De esas obras hechas en cera, tengo dos especialmente bonitas. Una se llama Vista del Pueblo Español de Palma y la otra es Mi Mona Lisa. Creo que para concursar gustará más una obra completamente original. Así que he pensado que en vez de repetir Mi Mona Lisa, pintaría a una mujer igual de enigmática pero con la característica de tener un pelo rizado muy voluminoso.



He observado la obra de Palma, y he pensado que una combinación de una mujer mirando al mar, con los edificios del Pueblo Español en la base del liezo, haría un conjunto bonito. Ya he hecho un boceto con bolígrafo. Mañana he planeado dibujarlo en el lienzo y empezar a pintar. Tengo poco dinero y solo dos lienzos en blanco. No puedo ensuciar el lienzo sin más. Necesito que la obra salga como quiero que salga. Exactamente como yo quiero. Con eso, me basta, porque sé que quedaría bonita y podría resultar seleccionada.

Estos días hace menos frío pero está lloviendo que da gusto. ¡Unas duchas en plena calle! El jueves llega un amigo mío, y espero que traiga chubasquero, tal y como le he sugerido.

¿Qué cuadro de estos dos os gusta más?

sábado, 17 de enero de 2009

De "gente" a "amigo"


El paso de gente a amigo cuando vives en el extranjero lo haces mucho más rápido. Como estás sola o casi sola, haces relaciones sociales por la vía rápida o autopista de la amistad. Cuando te sobran los amigos, los que llegan nuevos, los haces por la vía secundaria o carretera comarcal. Hay veces que incluso se puede encontrar cortado el paso.

Me da igual la edad de mis amigos. Cuando les otorgo el título de mis amigos, ya no hay vuelta atrás, a menos que pase algo raro. Desde siempre me ha gustado tener amigos de mayor edad. Cuando tenía veinte años, mis amigos tenían treinta (o más). Ahora tengo amigos de todas las edades. Pero si son menores que yo, reconozco que lo tienen duro conmigo. Prefiero que sean mayores, me parecen más interesantes las cosas que tienen que contar. Además, podemos mantener debates largamente con acaptables argumentos.

En los años de la universidad hice mis amigos a la velocidad del rayo. Es que las fiestas de la carrera y el fugarse las clases quedándose en la cantina, unen mucho. Lejos ya de la universidad, la terminé en 2002, he seguido ampliando mi círculo. Ahora que vivo en Holanda, en una ciudad tan abierta y cambiante como Amsterdam, sigo buscando gente que se convierta en amigo. Reconozco que este nuevo mundo que se abre ante mí, me provoca alegría e impaciencia. Me gustaría tener ya mismo un grupito. Aún no ha llegado ese momento,pero llegará.

Esta mañana, tenía en mi correo una invitación de una gente para jugar al tenis. Tenis, lo que se dice jugar, hemos jugado poco porque la lluvia se ha empeñado en mandarnos a todas a la cafetería. ¡Qué excusa tan buena, la lluvia, para tomar un café con desconocidas! Para mi sorpresa, y seguramente, la de ellas, compartimos un montón de aficiones. La pintura, la literatura, la escritura, en fin. Ambas llevan muchos años viviendo aquí, por lo que me han dado muchas claves para poder encontrar un trabajo. La profe de tenis incluso me ha regalado una chaqueta deportiva antilluvia que le sobraba a ella. Como en la peli de Almodóvar, Todo sobre mi madre, me viene la frase de Marisa Paredes siempre he confiado en la bondad de un desconocido. ¡Pues lo mismo que yo, Marisa!

Cuando vivía en Francia, uno de mis buenos amigos era de Venezuela, y nos pasábamos las tardes juntos paseando y las noches yendo a fiestas. Esto de poder hablar la misma lengua que casi toda América, es una suerte que solo los británicos con su expandidísimo inglés,pueden comprender. Los sudamericanos están por todas partes, igual que los españoles. Y nos unimos en cuanto nos vemos. Siempre he conectado con ellos. Tengo amigos de Costa Rica, Venezuela, Bolivia, Argentina, Méjico, Uruguay y Brasil. Con mi amiga de este último grande y maravillosos país, me dedico a tener largas conversaciones sobre lo divino y lo humano. Es muy positivo tener amigos de otros rincones de la tierra. Abre la mente, engrandece el espíritu, provoca querer ir más allá de nuestra frontera y deja preciosos recuerdos.

Lo único a lo que soy reticente es a hacerme amiga de españoles cuando estoy en el extranjero. Quizá sea un error, pero creo que no lo es. Cada vez que me he ido de España, lo he hecho porque estaba aburrida de escuchar más o menos las mismas cosas, las mismas ideas, el mismo flujo intelectual flotando en el ambiente. Fuera de España, puedo cubrir mejor mis aspiraciones a conocer otros puntos de vista, cambiar las perspectiva. No es que me moleste vivir en otro idioma, es que me encanta hacerlo. Lo mejor de conocer a sudamericanos está en que te mostrarán otra cara del prisma, conversaremos sobre otras cosas, fluirán otras ideas y concepciones, pero sin el peligro de malentendernos por estar usando un idioma que no es el nuestro.

¡Bienvenidos sean los sudamericanos a mi vida, pues!

Hay mucha más gente maravillosa y buena en el mundo que lo contrario. Lo que pasa es que los malos son más notorios porque hacen más ruido. Los buenos se dedican a vivir y a ayudar cuando se pueda, no hacen ruido, y por eso a veces pensamos que no existen muchos ejemplares, pero sí que estamos ahí.

En mi adolescencia, siempre puse la amistad por encima de las relaciones de pareja. Me parecía mucho más fiel, más fiable, más duradera, una relación de amistad. Pensaba que una pareja siempre se rompería, pero que una amistad, a menos que pasara una catástrofe, duraría toda la vida. Eras un poco radical, me digo a mí misma. Actualmente, estas relaciones las equiparo. De todo lo que hay que vivir, el amor y la amistad, la amistad y el amor, son dos de las cosas más bonitas que tiene la vida. No conocen edad ni fronteras, son intrínsecamente libres, no se pueden falsificar, ni olvidar, ni dominar. Como las grandes personas. Irrepetibles.

En el momento en el que me hallo, tengo una de esas cosas cubierta, pero la otra, estoy segura de que me va a traer muy buenas personas, con divertidos y memorables momentos.

Por ejemplo, esta noche, tengo una fiesta.


viernes, 16 de enero de 2009

Esto, va de pintura


Siguendo el consejo que leí en la red hace unos días, exactamente un día antes de comenzar mi blog. Escribir diariamente unas 1000 palabras. Y esto, ¿para qué? Pues para crear la costumbre de escribir en mi distraída mente. He de reconocer que funciona. Como este es mi blog, pues simplemente transmito unos pensamientos a la red, que quizá un día alguien lea. Me da igual si le interesan a la gente o no. Son mis pensamientos, y este es mi blog. Como dueña y señora del mismo, por obra y gracia de Google, hoy, voy a teclear en mi portátil sobre pintura. ¡Que bien! ¡Cómo me gusta hacer lo que me da la gana!

Pienso que el momento de empezar a trabajar, está cerca. Después de Navidad, empiezo a obtener respuestas de las agencias de empleo. Algo es algo. Antes ni media palabra. No me iré por las ramas, yo vengo a hablar de mis cuadros. Aprovecharé el tiempo libre que me queda con mis cuadros y mis libros.

He pintado algo desde que abrí el maletín de óleos que me regaló mi madre por Reyes hace tres años. El primer cuadro, fue un auténtica mierda. Quise hacer en óleo lo que hacía con cera, y eso, es simplemente una guarrada. El fénix que yo quería que fuese blanco y azul, se tiñó de colores varios, especialmente cuando a medio secar, mi padre depositó un paño manchado de rojo sobre mi precioso lienzo durante no sé cuántos días. Lo dicho, una mierda. El óleo es pringosete y tarda un mes en secarse. Para los torpones que hay alrededor, un lienzo al óleo todavía húmedo, es un agujero negro al que se dirigen todas las cosas que tiran. En fin.

Aquí, en Amsterdam, tengo mis óleos, mis pinceles, mi caballete y varios lienzos. Cada vez menos en blanco, porque les voy dando vida. Hasta ahora había centrado mis pedacitos de alma en vistas al mar. Como no, al Mediterráneo. Me apasiona la fotografía a pesar de tener una modesta cámara digital. Añado que también tengo una Zenit de 1978 que hace unas fotos dignas de observar una y otra vez. En invierno, cuando cae la tarde, la transición hacia la noche, está teñida de fucsia y violeta. En verano, esta transición es naranja y roja. No sé cuál es más petrificante. En ambas, me quedo de pie, frente al mar, aspirando su perfume salino, respirando por la boca para no distraerme del mágico momento con mi propio aliento. Me siento parte, plenamente, de la naturaleza, obra de ella, de hecho, y entiendo menos que nunca, cómo puede haber humanos dispuestos a teñirla de un sucio gris.

Continúo. En Holanda seguí pintando las mismas vistas hasta que me sugirieron plasmar el campo holandés. Entonces hice el cuadro arriba situado. Verde y azul. Así es un día de invierno con atmósfera soleada y crujiente de frío. Ni una montaña, ni una ondulación en el terreno. Planicie, verdor y vida rural. Precioso. Me encanta pasear en bici por medio de esos campos. El olor a leña flota junto con el olor a borreguito. También me gusta.


En contraposición, he pintado lo mismo pero en plan español. Concretamente en plan Castilla - La Mancha. ¡Qué comunidad tan bonita! ¡Qué mágica! Esos paisajes no se ven en otro lugar. En este cuadro, donde en lugar del verde, el color reinante es el amarillo, he querido transmitir un pequeño detalle. En el cuadro de Holanda, al campo está dividido. Es un país pequeño y las tierras están repartidas al centímetro. En Castilla - La Mancha, los campos son tan amplios que se te pierde la vista en los dominios de la misma persona. En la versión española, el frío invierno y los vientos, no dejan una hoja en los árboles ni permiten que una nube se pare a admirar lo que tiene debajo.

Recomiendo leer el Quijote e irse a esta comunidad a hacer la ruta que lleva el nombre del hidalgo caballero. Una mezcla de literatura y naturaleza que no te puedes perder. No es raro que puedas admirar este paisaje totalmente sola. Tan amplia es Castilla.

Y ¡qué bien se come!

miércoles, 14 de enero de 2009

Esto, va de cine



Gracias a las tecnologías que permiten compartir archivos en la red, he conseguido disfrutar de una peli más de Woody Allen. Vicky Cristina Barcelona me ha gustado. La verdad, ha sido un poco raro ver las maneras de Allen encarnadas en Penélope y Javier. Claro, siempre los he visto en el puro cine español, y se me hace raro verlos en otro plan.

Ya sabemos, los que seguimos su arte, que Pedro Almodóvar es un gran director. A mí Penélope nunca me había gustado hasta que la ví en Volver. Tan resuelta. Tan manchega. Con acento andaluz en algún momento, con acento castellano en otro. Bravo, Pedro, porque a esta chica, realmente la has descubierto tú. Bueno,añado que en La niña de tus ojos borda su papel de folclórica enamorando a un tonto general nazi.

Volvamos a Allen. Este hombrecillo tan feo, pero tan genial, ha rodado un film que es una poesía de Barcelona. Por supuesto, en la Cope, les faltó poco tiempo para criticarla negativamente, diciendo que no se veía nada de la ciudad. Claro, es que Allen no quería hacer un documental. Muestra preciosas vistas de la capital catalana, pero las mejores, son las tomas no urbanas, en el campo, mostrando las colinas y el verdor de la provincia.

Penélope hace de loca, y sus frases están llenas de lunatismo y humor. Javier, hace de pintor soñador y enamorado de la vida. Luego encontramos a todos los americanos, que actúan muy bien. Como siempre. En un momento dado, Penélope le echa en cara a Javier el estar liado con dos turistas americanas. Bueno, los españoles sabemos el rintintín que encierra esta frase pero, ¿cómo sabe Allen que esas palabras transmiten desprecio, sorna? Son estos detalles los que me revelan la genialidad de este pequeñajo, pelirrojo y feucho director.

Allen me encanta. Tantas veces aparecía en la tele que al final empecé a tomar prestadas sus películas de la biblioteca. Con Bananas descubrí por primera vez el tesoro que es este hombre para el mundo del cine. Además, me moría de la risa, especialmente con la escena de los bocadillos. Tras esta, tomé prestada Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar. Visioné lo que ningún otro director había hecho nunca. Escenificar cómo trabaja el interior de una mente humana cuando el humano se excita. Un grandísimo par de tetas botando por un campo verde y maravilloso, un pobre hombre corriendo delante de ellas. Sombras y nieblas, donde interviene un variado conjunto de personalidades de la música o de la televisión, en la que Allen interpreta a un detective que tiene que resolver un crimen mientras deambula por las calles oscuras y sombrías en una noche de niebla. Acongojado, se encuentra con Madonna en el papel de zíngara, y con muchos más.

Podría describir muchas más de este enano, pero ya vale.

De la misma manera que hago mi pequeño homenaje a Allen, me gustaría también escribir algo sobre Almodóvar. En mi casa simpre lo han tachado de rojo maricón, por lo tanto, estaba totalmente vetado ver cualquier cosa que viniera del manchego. Como no me conformo con lo que me dicen que haga, encuentro gran placer (y normalmente, acierto) en ir más allá, e investigar por mí misma al sujeto o cosa en cuestión prohibida, rechazada o vetada.

Confieso que no he comprado sus pelis y que tampoco las he tomado prestadas de la biblioteca. Creo que las he visto todas. La mejor, la que me apasiona, la que me sigue divirtiendo tras haberla disfrutado más de veinticinco veces, es Mujeres al borde de un ataque de nervios. ¡Qué diálogos! ¡Qué soltura en los actores! ¡Qué naturalidad en todos los detalles de la película! Añado que de igual manera, he visto mil veces Pepi, Luci, Bon. Impresiona saber qué tipo de pelis hacía Almodóvar nada más haber salido España de la dictadura. Kika, otra obra fuera de lo convencional, una historia que te atrapa desde el principio. Es estupenda la actuación de la belleza picassiana, enamorada de su señora. Pero el personaje que más me gusta es el de Victoria Abril. Vaya periodista descorazonada vestida de Jean Paul Gaultier. Todo sobre mi madre, para esta no tengo que decir nada. Ya lo dijeron todo las decenas de premios que ganó Almodóvar con esta peli. Hable con ella, idem. La mala educación, pues mejor la dejo pasar. No me gustó. Quizá el actor, Gabriel, o algo así se llama, me fastidió la peli. Enanito con grandes morros, no me atrae nada.

En resumen, el cine español no tiene nada que envidiar a otros cines. El yankee es muy malo cuando es comercial, pero cuando es de autor, me apasiona. Trantino o Tim Burton son otros dires que adoro. Amenábar o Kusturica, otros que tal.

Hay pelis que al hacer historia, han eclipsado a sus creadores. Por lo menos yo no me acuerdo del nombre del dire de Mad Max, de Gorilas en la niebla, El día de los muertos vivientes o de tantas otras cintas que convierten una tarde o noche insípida en un plan excelente, ya sea con amigos o con el ligue.

Ahora que vivo en el extranjero y que no tengo muchos amiguetes, paso mucho tiempo viendo pelis, pero eso sí, sólo de las buenas.

lunes, 12 de enero de 2009

¿Con quién te identificas tú?



Hace un mes aproximadamente, tuve una conversación con un amigo, muy interesante, he de añadir, que iba sobre la identificación personal con alguien o algo. Según con lo que te identifiques, así actuarás. Hay casos es los que somos conscientes de que nos identificamos, por ejemplo, con una estrella de rock o con nuestro abuelo. Hay otros casos, en los que no nos damos ni cuenta, y actuamos según no sé quién actúa (incluso si amamos el modelo elegido o lo odiamos a muerte).

A ver si me explico. Un misionero se identifica con determinado santo y le copia en todo lo que puede, siendo consciente de ello. Una persona identifica a su mascota con un humano, inconscientemente (o no). Mientras el perrito o el lagartito se comporta como una persona, no hay problema. Pero cuando el perrito o el lagartito, sacan a relucir su base animal, irracional e instintiva, el dueño del animal, se queda sin palabras.


El sábado pasado, lo pasé en el campo. Bueno, en una casa muy bonita situada entre el campo y la playa. Como hace un frío de muerte, todos los canales y lagos están congelados, y la gente patina sobre el hielo. Hay patinadores de más de 70 años, esto me sorprende bastante. Los viejunos holandeses son mil veces más activos que los viejunos españoles. También van en bici hasta que pasan de los ochenta años. A mí, por lo menos, me impresiona. Continúo con mi historia de identificaciones.


La familia que habita en tan confortable casa tiene una perra. Cada vez que ceno con ellos, veo ríos de babas caer cuando miran a su perrita. Tan mona, blanca y pelirroja. Con ese morrete tan esponjoso, con ese lomo tan fortachón, con esa mirada de cachorrita incluso ahora que tiene siete años (para los humanos sería una cincuentona), con esas patotas fuertes y cortas, con ese pelaje suave, y ese ladrido caprichoso cuando reclama de atención. She is really a baby, todos dicen, y gotea la baba (de los dueños, no del perro).

En tan soleado sábado, a pesar de la helada, decidimos salir a pasear a la perrita. Es de raza cazadora, así que inmediatamente, la dueña la deja suelta, y sólo vemos el rabito de la perrita levantado, mientras olfatea el bosque centímetro a centímetro. A mí, personalmente, la perrita no me cae muy bien. Se comporta como un gato, en mi opinión. No le gusta que la acaricien, no es cariñosa, nunca se levanta de su cesta para saludar a quien llega a casa, ni siquiera a sus dueños. Me parece fatal. Cuando yo tenía perro, no comía hasta que nos íbamos de su lado. Ése sí que era un buen perro.

Caminábamos ya más de media hora entre los árboles. A la derecha la pista de patinaje sobre hielo que los holandeses improvisan, a la izquierda el canal congelado con marcas de las cuchillas de los patinadores. La perrita saluda a otros perros sin más, continuamos el paseo. ¿Tu perra no se junta con otros perros?, pregunté. No. No le gustan los perros. Le gustan las personas. Pues qué perra tan especial, pensé. Atraída por el hielo, a través del cual, vi caracoles congelados, me dediqué a comprobar la dureza del mismo, aventurándome a andar por encima de él. No quebró.


Cuando reanudábamos el paseo, un hombre con un perro negro más grande que la nuestra, se acercaba en nuestra dirección. Nosotras seguimos paseando. Nos cruzamos con él y sonreímos. Seguimos andando. La perrita, no. Me volví varias veces para comprobar que la perrita hacía lo que yo veía. Aprovechándose de que el negro estaba atado a su dueño, la perrita le ponía su entrepierna en el morro, y gozaba de los lametones recibidos. En ese momento, yo lo encontraba gracioso y mi amiga estaba muy sonrojada. La perrita saltaba encima del negro, volvía a ofecerle su entrepatastraseras. Creo que estuvo seduciendo al negro unos diez minutos. El dueño, reía. Supongo que su perro negro liga mil veces más que él dado que era bastante feo, equipado con sonrisa de Gargamel. En fin, tuvimos que desandar lo andado, atar a la perrita, y continuar el paseo.

Yo me iba riendo, porque claro, is she really a baby??? Madre mía, ¿no? A mí me parecía una actriz porno reputada. Habían pasado diez minutos cuando mi amiga, viendo que el bosque estaba vacío, dejó a su perrita suelta (y calentorra). Entonces vimos que el holandés feo con sonrisa de Gargamel, volvía al interior del bosque y dejaba suelto a su negro (y calentorro) perro.
Pregunté si la perrita estaba en celo, a lo cual mi amiga respondió que terminando. Ostras, pensé, ya sabemos lo que nos espera.

En efecto ambos canes empezaron a copular de una manera salvaje en frente de nuestros ojos. Nos acercábamos para separarlos, porque a la perrita, quedarse preñada le vendría muy mal por su edad. La perrita huía de su dueña, pero no del negro, al que deseaba intensamente. Corrimos detrás de ellos, nos esquivaron en todas las ocasiones, como no. Por momentos, se perdieron más de veinte minutos. Yo, vi al final del camino a la perrita correr, con el negro detrás. Luego la vi con dos detrás, más tarde la vi con tres detrás. Puff, ¿esta perra no era virgen o a baby? Apareció un grupo de diez personas con diez perros sueltos, y yo creí que sería la orgía perruna del siglo. La preñez estaba asegurada.

El dueño del negro ni se molestaba en buscar. Estaba encantado pensando que su perro hacía todo lo que él no podía hacer. Probablemente, se identificaba con su perro. Un casanova. Un seductor. El perro liga más que él, asegurado.
El último intervalo de tiempo en que los perros estuvieron desaparecidos duró media hora. Yo estaba cansada de andar por el bosque, hacía mucho más frío, y me había caído alguna vez. Gargamel, encantado, vio a su perro negro volver. Nos avisó. Buscamos a la perrita. Estaba llena de babas, con sangre en el cogote, no podía andar. Claro, llevaba mas de una hora corriendo y copulando en el bosque con no sé cuántos perritos más.

Ya en casa, contamos la historia al resto de la familia. Estaban hechos polvo. La perra, se acostó en su cesta y no se movió el resto del día. Las caras de dissapointment o desilusión eran patentes alrededor de la mesa. Reflejaban asco, desengaño, deseos de repudiar a la perrita. ¿Qué era ese animal, una bestia sexual? No la reconocían como la baby que había sido siempre. La sombra del aborto planeaba sobre la residencia. Vi a la familia holandesa tan asqueada con el comportamiento de su perrita que les tuve que dar una explicación a tal desengaño.

Estáis tan desilusionados porque debido al amor que profesáis a vuestra perra, la habéis acercado más a la condición humana que a la animal, que es a la que pertenece. Como es pequeña y regordeta, la asociáis a un niño pequeño, travieso, inocente, juguetón. Pero no es así. Es un animal, irracional, no inteligente, que no se comporta como un humano (o que se comporta como determinado tipo de humano), que no entiende vuestros sentimientos ni sabe lo que esperáis de ella. Identificáis a vuestra perra con una baby, pero no lo es. Hacéis esto porque la queréis muchísimo, y deseáis ver atisbos de humanidad en ella, pero es una perra en celo, que sólo ha vuelto con su dueña cuando el perro negro se ha cansado de subirse a su regordete lomo. Pura reproducción animal. La culpa no es de la perrita. Ella no sabe nada. No os sintáis destrozados por su comportamiento, porque no tenéis derecho a esperar que un animal se comporte como un humano.

No identifiquéis a la perra con una persona, porque no es justo. Dadle a las personas lo que les corresponde, y a los animales lo suyo también. No disculpéis a un criminal con la excusa de que sus hormonas lo guían y no puede evitarlo. De la misma manera, no atribuyáis a un pobre animal, comportamiento humano.

Todos los problemas del mundo vienen de las identificaciones erróneas.

El lunes llevamos al perrita a la veterinaria, y tras dos pinchazos y 110€, no se quedará preñada. Ha salido caro el paseo.

martes, 6 de enero de 2009

La adaptación


Como la evolución reveló a Darwin, y éste, al mundo, la clave para la supervivencia no es la fuerza sino la adaptación. Esta verdad mundial de inimaginable alcance, la compruebo más de lo que me gustaría.

Desde que llegué a Holanda en octubre, no sé cuántos currículos he podido enviar a través de siete u ocho agencias de empleo
online. Un buen montón, eso sí lo tengo claro. Mi campo es la Comunicación, pero ya me covencí hace tiempo que encontrar un trabajo ahí, iba a ser un poco más difícil de lo que yo pensaba. No he recibido ninguna oferta de trabajo, y eso que hablo y escribo inglés bastante bien, además de un poco de francés.

A riesgo de perecer de sed, cual cuadrúpedo que deambula por la sabana africana buscando agua, bajé el listón. Empecé a mandar mi precioso currículo a cualquier trabajillo y, aún así, la respuesta fue
estás sobrecualificada para este puesto o you are overqualified for this job. Al leerla me acordaba, y no buenamente, de las familias de quienes me respondían así.

Supongo que el cuadrúpedo, en un primer momento, quiere beber agua de ríos o lagos, un fresco manantial sería lo mejor, al no encontrarlo se conforma con grandes charcos dejados generosamente por la lluvia. En mi caso, pensé que podría trabajar en Atención al Cliente, en inglés Customer Service, que no me gusta nada, pero tengo que bajar el listón si quiero trabajar. Al no encontrar ese charco, el cuadrúpedo, a parte de desesperarse y temer morir de sed, busca agua en la forma que sea, y no le importa si huele mal. Que está dentro de un bote oxidado, vale. Que está mezclada con barro, tanto que parece arcilla, también vale. Que si no me la bebo yo, vendrá otro y se la beberá, seguro. A veces vemos animales que se beben su propio pis, pero esto es un caso muy extremo al que no pienso llegar. Que se lo beban los banqueros y los políticos.

En mi proceso de adaptación para encontrar trabajo, he adaptado mi currículo a las ofertas de trabajo que me interesan (me interesan porque no hay más remedio que que me interesen). De periodista con experiencia laboral en Comunicación desde 2003, ahora soy una simple estudiante de Historia en la Universidad a Distancia, que trabajó como secretaria en los últimos ocho años. ¿Qué queréis que os diga? Estoy convencida de que rebajando mi CV al máximo, encontraré trabajo.

Al día siguiente de mi castración curricular, mandé mi documento a nuevas ofertas de trabajo. Ya me estaban llamando de las agencias de empleo, interesados en mí.

Este comportamiento, me lleva a pensar varias cosas. La primera es que Darwin tenía toda la razón del mundo. O te adaptas, o te adaptan. La segunda es que los de mi generación, somos la generación de universitarios. Todos mis amigos han ido a la universidad. Era lo que teníamos que hacer. Luego un master en no sé qué. Luego las prácticas. Luego currar por 600€ que con el paso del tiempo se convirtieron en 1000€ para los más afortunados. Experiencias laborales en Madrid o Barcelona, incluso en el extranjero, etc. Cuando has recopilado todos esos buenísimos cebos y vas a por un nuevo trabajo, en muchos sitios, te temerán.

Te temerán, tendrán miedo de tí, ¿por qué? Pues porque probablemente tengas más completa experiencia y conocimientos que los que tienen la sartén por el mango. Eres inteligente y has demostrado tener iniciativa y voluntad de trabajo, pensamiento crítico y muchas ganas de currar. Claro, les das miedo. Te dirán que estás sobrecualificada, y tendrás que amputar tu currículo de todas esas cosas que tanto te ha costado conseguir. ¡Qué pena!

Estoy convencida de que a los poderes que gobiernan el mundo, no les interesa que la gente esté bien preparada, sea culta e independiente. En la simple (no tan simple) tarea de encontrar trabajo, lo veo cada día. Y da igual en el país en el que estés.

No olvidemos nunca la importancia de la capacidad de adaptación. Paralelamente, me gustaría enviar un mensaje de apoyo a todos esos luchadores, que buscando una vida mejor, se llevan tortas
tos los días. Me cuento entre ellos. No nos dejemos vencer por el cansancio.

El momento más oscuro, es justo antes del amanecer.

¿Una gaviota que echa el ancla?



Los que nacemos con estrella, somos afortunados y no nos podemos creer que las cosas no nos van bien por mucho tiempo que lleven así. No es que me vaya mal, pero el hecho de que mi último contrato laboral finalizó en mayo de 2008, me empieza a apretar la garganta. Bueno, no el hecho en sí, pero la consecuencia, que es no tener un duro. Lo que tengo está destinado a la casa que me compré en España cuando la crisis de la construcción no se sospechaba. Hablo del verano de 2006.

Los de mi generación, nacidos en el 79 y alrededores, estaremos marcados por esta mierda. Algunos se han convertido en adultos bebés, que viven con sus padres teniendo 30 o 40 años y se nutren del frigo parental y no pagan recibos. Otros, más valientes, se lanzaron a la compra del piso, pensando que el precio sólo iría para arriba. Así que los pobrecicos, con salarios de risa (en torno a los 1000€) se tiraron a la piscina y firmaron hipotecas por valor de 200.000€. A esto, súmale los intereses bancarios, que tras 50 años, te revelan que has pagado dos casas, una para tí, y otra para el banco.
La mía, de la que no tengo queja, me cuesta 90.000€. Si pienso que es una caja de cerillas, la encuentro carísima. Si pienso que tiene piscina compartida y que está fuera de la ciudad, la veo super guay. Pero el hecho de adquirirla, ha cambiado mi vida.

Yo era un pájaro volador, una gaviota, si puedo elegir. La gente en mi pequeña ciudad de origen me preguntaba al saludarme "¿es que estás por aquí?". Yo ahorraba y administraba mi dinero para viajar. Es lo que más me gusta. Es el factor sorpresa en su máximo exponente. No sabes a quién te vas a encontrar, ni lo que te vas a encontrar. Me encanta. Precisamente, cuando estaba en una de esas largas estancias en el extranjero, me llamaron mis padres y hermano y me comunicaron las casas tan bonitas y baratas que podíamos comprar. Y yo, que pensaba que el precio de las casas sólo subiría y subiría, dije Sí.

A consecuencia de aquel Sí, a ratos me cago en la leche a ratos, no. Ahora que yo me iría a China, y me gastaría una buena pasta en un viaje con el que sueño desde que me leí la historia reciente del país. Pero no puedo hacerlo, porque ahí tengo mi cajita de cerillas construida en un precioso sourranding.

Claro, es que yo era muy feliz y lo tenía todo tan organizado ,que podía viajar todo lo que me diera la gana. Ahora, la casita es lo primero, incluso para ésta que escribe, que nunca pensó en echar el ancla en ningún puerto.

Me consuelo pensando que para seguir siendo gaviota, sólo tengo que currar de tal manera que gane el doble de pasta. Una gran parte destinanada a mi casa, otra parte a ir a China.

Concluyo pensando que para mejorar, no hay que recortar las cosas que te gusta hacer, hay que esforzarse más, y conseguir todo lo que para ti es importante.


Ha quedado un poco confuso, creo. Digo que, hay que tener afán de superación. La cosa no es retener gastos para poder pagar la casa, la cuestión es ganar más pasta para poder pagarlo todo. Osea, afán de superación.


Venga, pues, ¡a por todas!