jueves, 23 de abril de 2009

Escapar de la inducción a la ignorancia


Queridos compañeros coetáneos, desde lo más profundo de mi corazón, he de deciros que habéis perdido toda la fuerza y el afán de lucha que corresponde a la juventud que representamos.

Estáis vacíos y no tenéis ganas de actuar en el presente para cambiar el futuro. Las injusticias se suceden a nuestro alrededor y sólo unos pocos tomamos conciencia e intentamos diseñar una estrategia que nos salve del oscuro presente (y más oscuro futuro).

Estáis drogados, sedados, atontados y nada os importa. Tomáis una dosis de televisión de más de tres horas al día, la más alta de la Unión Europea; tenéis divertimentos superficiales que os llevan directamente a la evasión: no tendréis una vida mejor por estar huyendo y enseñar a huir a los que vengan detrás.

Os manejan desde los medios de comunicación, os manejan los adultos que os rodean porque no tenéis cultura para rebatir nada, os manejan vuestros jefes y los caciques de vuestro pueblo o barrio. En vuestra situación, sabed y no dudéis, que estáis para servirles y que jamás escaparéis a menos que pongáis en marcha la máquina de la fortaleza y el poder que lleváis dentro, llamada Juventud. Tan arrinconada la tenéis…

No os conforméis con un salario ridículo a cambio de dejar de estudiar, es la única clave para salvaros del fatal desenlace: una vida de deudas y problemas con el dinero, con quien os lo paga y con el Gobierno que no arregla nada.

Nuestros padres lucharon y nuestros abuelos también. Hoy la lucha no es contra un bando armado o contra un dictador. Hoy la lucha es contra el gran sistema extendido en España: eres un esclavo de las facturas e impuestos, que nunca se alejan de ti aunque tengas dos trabajos; donde es necesario casarse para poder comprar una simple vivienda; donde criar hijos es un verdadero problema y un lujo, imposible para muchos; donde casi nadie se va de casa de sus padres por sus propios medios; donde se distribuye droga con libertad; donde los traficantes de hachís hacen sus grandes cifras a costa de amputar la ilusión a los que han dado todo por perdido a la edad de 16 años; ¿A dónde ha ido la solidaridad con el que tenemos enfrente? Sólo te importa tu pandilla, ¿verdad?

No te culpo. Os han hecho así. Entre todos.
Los políticos son tan oscuros y mentirosos que no les creeríais nunca, por lo tanto, no os interesa escucharlos. Por ellos tenemos este clima hoy, que nos hace mirar a nuestro alrededor con deseos de escapar, gritar o resignarse. Hacer nuestra vida en un marco sin color y con un camino en el que se necesita, al menos, de un porro para reír y ser un poco pseudo feliz. No sales de ahí, porque sólo en compañía de tu círculo estás bien o al menos no te recuerdan todo lo negativo y difícil que te rodea. Hoy los políticos son los culpables y mañana serás tú, si haces que no cambie nada para los siguientes.

Vivimos tiempos de amputados sociales, no existe ese lado para la juventud, ni compromiso ninguno por cambiar nada. La verdadera preocupación debe orientarse a construir un mundo mejor, al nivel de tu barrio; al medioambiente; al reciclaje de basuras y uso de nuevas energías renovables y que no causan guerras y muertos (dinero para los estados que las promueven, tristeza para el pueblo que las costea sin querer, horror donde corre la sangre, pasividad generalizada); a ocuparte de limpiar tu alrededor de drogas (no comprándolas, no pasándolas); a no olvidarte de los libros a lo largo de toda tu vida, porque son la clave para que tu mente sea abierta pero difícil de manejar; y tú, un ser más libre para elegir tu recorrido y el mundo en el que quieres vivir.

Aún tenemos un momento para luchar. Se destina mucho dinero del pueblo al Ejército pero también algo a fines sociales. Crea un pequeño proyecto, en tu barrio o en tu pueblo. Para cambiar las cosas, no se empieza por un gran golpe de efecto. Necesitamos una corriente viva, dinámica y nuestra. Nuestra porque somos la juventud, la esencia de la lucha.

Tu opinión, cuenta. No te quedes en la oscuridad de la ignorancia, porque serás la perfecta carne de cañón. Fácil de engañar, manejar y convencer. Sobre todo, porque si no hacemos nada, nuestra gran preocupación será siempre la de poder llegar a fin de mes y de eso, ya vale.

Muchos pasan la vida estudiando y luego no consiguen un salario o un trabajo dignos. Lo que debes hacer no es dejar de estudiar, sino moverte hoy para cambiar el mañana y conseguir un trabajo y un salario dignos. Así una vida feliz, apartada de la droga, donde haya sitio para los demás que sin duda, alguien siempre necesitará tu ayuda.

Hay muchos de esos adultos que no quieren tu progreso. No les viene bien. Una mente libre y culta es difícil de manipular. Un/a joven luchador/a y limpio/a de drogas es demasiado libre para manejarle. Se pregunta el porqué de las cosas y está dispuesto a que nadie le rompa sus ilusiones y lo convierta en su esclavo laboral.

Queremos esa juventud, luchadora hoy, ganadora mañana. Fuerte ante lo que no le gusta, dueña de su camino y capacitada para pensar y decidir.
Desde lo más profundo de mi corazón, te invito a reaccionar y a luchar, con la gran esperanza de que al menos, reflexiones un momento y me digas si no llevo razón.

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