Viene de la 2ª parte: La moda de ser zoopenco
9. Reforzar la autoculpabilidad:
Hacer creer al individuo que él y solo él es el responsable de
todos sus males y desgracias es una aguda estrategia para convencerlo
de su falta de inteligencia y de la inutilidad de sus esfuerzos; la
rebelión contra su destino queda anulada. Un ejemplo: desde el
comienzo de esta atroz crisis hemos podido escuchar muchas razones
más o menos inverosímiles para explicarla. Una de ellas llegó a
calar por un tiempo; en la calle se podía escuchar la
autoculpabilidad, “hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades y ahora lo estamos pagando”. En realidad, la mayoría
de la gente no se enriqueció, ni hizo grandes negocios, ni llegó a
poseer varios pisos ni su cuenta bancaria sumaba una gran cuantía,
sin embargo, muchos llegaron a reproducir ese discurso y lo hicieron
propio, mientras los auténticos culpables pasaban desapercibidos,
los poderes financieros y económicos, muy por encima de los
gobiernos soberanos de los países.
10. Conocer a los individuos mejor
de lo que ellos mismos se conocen: Chomsky remarca la brecha de
conocimiento entre el público y las élites dominantes,
especialmente agravada en los últimos años con el rápido
desarrollo de las ciencias. La biología, la neurobiología y la
psicología aplicada desvelan los secretos de la especie humana,
tanto físicos como psicológicos. Es decir, quienes pertenecen a
esas clases dominantes, saben qué mensajes enviarnos para que
actuemos como les parece conveniente. Por ejemplo:
- Hacerte creer que los triunfos del fútbol son tuyos, así los recortes no te sentarán tan mal, porque España es número uno mundial en fútbol y, claro, eso lo arregla todo...
- El sistema educativo español suspende un año tras otro y ninguno de sus gobiernos ha hecho nada por salvar a sus jóvenes de la ignorancia.
- Trabajar para consumir, y, si puede ser, consumir cosas caras, porque consumir cosas caras eleva el estatus social, uno será más respetado gracias a esto, la gente hablará bien de él. Los valores personales quedan relegados a un segundo o tercer plano. El individuo cae en la espiral del consumismo. Su vida se orienta a: Trabajar para consumir más y mejor.