jueves, 23 de abril de 2009

Mujer palmera mirando el puerto de Palma


Releyendo mi queridísimo blog, me he dado cuenta de que nunca conté qué pasó con aquél concurso de pintores amateur en el que participé en enero, organizado por el periódico Volkskrant (¿era realmente necesario nombrar el periódico? Pues no. Pero queda muy holandés).

No gané ese concurso, si no, ya se habrían enterado hasta en Vladivostok. Pero, lo que pinté, es uno de los cuadros más bonitos que he hecho. Mis amigos dicen que es un autorretrato. Yo lo pinté pensando en mi madre que se hacía un moño por el estilo, pero puesto que somos parecidas, pues sí, podría tratarse de un autorretrato inconscientemente. Podría tratarse de lo que quiero ser de mayor.

Una mujer se ha ido convirtiendo en palmera, a medida que pasa el tiempo, observando el puerto de Palma, tal era su belleza.

Obviamente, el puerto de Palma, no es exactamente el de la capital de las Islas Baleares, si no un puerto figurativo. Se trata del puerto de un pequeño pueblo, con sus casitas y su iglesia, que está situado casi en la orilla del mar. Palmeras y montañas cubiertas de pinos mediterráneos, le dan un toque de verdor al azulado paisaje.

El mar, de color azul intenso, como sólo el Mediterráneo puede ser a la caída de la tarde, ondea sus aguas con parsimonia, y hace ondear a los barquitos de pescadores.

La brisa mueve las ramas de las palmeras, un suave sonido agradable como ningún otro, se mete por los oídos de la mujer y acaricia su mente y su cuerpo, interiormente.

La mujer lleva días ahí, frente al mar, observando sus movimientos, intentando memorizarlos para reproducirlos cuando esté lejos de él. Presa de su éxtasis, se ha olvidado del tiempo, y en un dulce pero poderoso trance, ha empezado a convertirse en palmera. Sus piés se quedaron calvados en la arena, su piel se tornó piel de palmera. Su cuerpo, pierde las formas femeninas y se tornea cual tronco, delgado y recto. Su altura se ha multiplicado, ¡ahora mide veinte metros!

Pero, ¿qué ha pasado con su cara y con su pelo rizado recogido en un pomposo moño?

Para sorpresa de los pescadores y de los pintores que acuden a la remota bahía a captar el movimiento del mar con sus pinceles, la palmera que domina la playa, tiene cara de mujer, y entre sus ramas, grandes tirabuzones de cabello, se precipitan al vacío.

Los pescadores y pintores pierden el aliento, cuando al ascender sus ojos por el tronco de la extraña palmera, advierten que es una mujer, y que no aparta su vista del mar, con una sonrisa dibujada en su boca.

Escapar de la inducción a la ignorancia


Queridos compañeros coetáneos, desde lo más profundo de mi corazón, he de deciros que habéis perdido toda la fuerza y el afán de lucha que corresponde a la juventud que representamos.

Estáis vacíos y no tenéis ganas de actuar en el presente para cambiar el futuro. Las injusticias se suceden a nuestro alrededor y sólo unos pocos tomamos conciencia e intentamos diseñar una estrategia que nos salve del oscuro presente (y más oscuro futuro).

Estáis drogados, sedados, atontados y nada os importa. Tomáis una dosis de televisión de más de tres horas al día, la más alta de la Unión Europea; tenéis divertimentos superficiales que os llevan directamente a la evasión: no tendréis una vida mejor por estar huyendo y enseñar a huir a los que vengan detrás.

Os manejan desde los medios de comunicación, os manejan los adultos que os rodean porque no tenéis cultura para rebatir nada, os manejan vuestros jefes y los caciques de vuestro pueblo o barrio. En vuestra situación, sabed y no dudéis, que estáis para servirles y que jamás escaparéis a menos que pongáis en marcha la máquina de la fortaleza y el poder que lleváis dentro, llamada Juventud. Tan arrinconada la tenéis…

No os conforméis con un salario ridículo a cambio de dejar de estudiar, es la única clave para salvaros del fatal desenlace: una vida de deudas y problemas con el dinero, con quien os lo paga y con el Gobierno que no arregla nada.

Nuestros padres lucharon y nuestros abuelos también. Hoy la lucha no es contra un bando armado o contra un dictador. Hoy la lucha es contra el gran sistema extendido en España: eres un esclavo de las facturas e impuestos, que nunca se alejan de ti aunque tengas dos trabajos; donde es necesario casarse para poder comprar una simple vivienda; donde criar hijos es un verdadero problema y un lujo, imposible para muchos; donde casi nadie se va de casa de sus padres por sus propios medios; donde se distribuye droga con libertad; donde los traficantes de hachís hacen sus grandes cifras a costa de amputar la ilusión a los que han dado todo por perdido a la edad de 16 años; ¿A dónde ha ido la solidaridad con el que tenemos enfrente? Sólo te importa tu pandilla, ¿verdad?

No te culpo. Os han hecho así. Entre todos.
Los políticos son tan oscuros y mentirosos que no les creeríais nunca, por lo tanto, no os interesa escucharlos. Por ellos tenemos este clima hoy, que nos hace mirar a nuestro alrededor con deseos de escapar, gritar o resignarse. Hacer nuestra vida en un marco sin color y con un camino en el que se necesita, al menos, de un porro para reír y ser un poco pseudo feliz. No sales de ahí, porque sólo en compañía de tu círculo estás bien o al menos no te recuerdan todo lo negativo y difícil que te rodea. Hoy los políticos son los culpables y mañana serás tú, si haces que no cambie nada para los siguientes.

Vivimos tiempos de amputados sociales, no existe ese lado para la juventud, ni compromiso ninguno por cambiar nada. La verdadera preocupación debe orientarse a construir un mundo mejor, al nivel de tu barrio; al medioambiente; al reciclaje de basuras y uso de nuevas energías renovables y que no causan guerras y muertos (dinero para los estados que las promueven, tristeza para el pueblo que las costea sin querer, horror donde corre la sangre, pasividad generalizada); a ocuparte de limpiar tu alrededor de drogas (no comprándolas, no pasándolas); a no olvidarte de los libros a lo largo de toda tu vida, porque son la clave para que tu mente sea abierta pero difícil de manejar; y tú, un ser más libre para elegir tu recorrido y el mundo en el que quieres vivir.

Aún tenemos un momento para luchar. Se destina mucho dinero del pueblo al Ejército pero también algo a fines sociales. Crea un pequeño proyecto, en tu barrio o en tu pueblo. Para cambiar las cosas, no se empieza por un gran golpe de efecto. Necesitamos una corriente viva, dinámica y nuestra. Nuestra porque somos la juventud, la esencia de la lucha.

Tu opinión, cuenta. No te quedes en la oscuridad de la ignorancia, porque serás la perfecta carne de cañón. Fácil de engañar, manejar y convencer. Sobre todo, porque si no hacemos nada, nuestra gran preocupación será siempre la de poder llegar a fin de mes y de eso, ya vale.

Muchos pasan la vida estudiando y luego no consiguen un salario o un trabajo dignos. Lo que debes hacer no es dejar de estudiar, sino moverte hoy para cambiar el mañana y conseguir un trabajo y un salario dignos. Así una vida feliz, apartada de la droga, donde haya sitio para los demás que sin duda, alguien siempre necesitará tu ayuda.

Hay muchos de esos adultos que no quieren tu progreso. No les viene bien. Una mente libre y culta es difícil de manipular. Un/a joven luchador/a y limpio/a de drogas es demasiado libre para manejarle. Se pregunta el porqué de las cosas y está dispuesto a que nadie le rompa sus ilusiones y lo convierta en su esclavo laboral.

Queremos esa juventud, luchadora hoy, ganadora mañana. Fuerte ante lo que no le gusta, dueña de su camino y capacitada para pensar y decidir.
Desde lo más profundo de mi corazón, te invito a reaccionar y a luchar, con la gran esperanza de que al menos, reflexiones un momento y me digas si no llevo razón.

La necesidad de salvar al inocente


Está más cerca de lo que pensamos, aunque esta frase me lleva a pensar en el inocente de África. El niño negro con la barriga hinchada, que sin ser el culpable de nada, empieza a vivir una vida de castigo desde que es engendrado.


El inocente, es el que independientemente de su edad, cree en las bondades humanas, en la magia de la vida, en la energía positiva, en la salvación de todos y en la superación de todo los problemas.


Cuando el inocente es agredido, cuando pierde su confianza en el humano, es de vital importancia que aquellos que siendo inocentes, hemos dejado de serlo, le ayudemos y no sólo eso, si no que consigamos, rescatar su inocencia y depositarla de nuevo en el lado amable y bueno de la vida.

Los inocentes de carácter y de pensamiento, son los que hacen que el mundo sea mejor. Los que ayudan sin dudar al que conocen y al que no conocen. Los que sonríen sin esperar nada a cambio. Los que dan, sin pedir nada de vuelta.


El inocente, dañado, que duda en volver a confiar en la especia humana, que empieza a sentir el amargo sabor del desengaño, del agujero negro sin salida descubierta, necesita volver a creer, y los que estamos a su alredeor, necesitamos que él crea de nuevo. Debemos rompernos la cabeza buscando una solución para su dolor. La recuperación de estos inocentes, es vital para que la bondad de los humanos no pierda terreno ante el lado oscuro de ellos mismos.


viernes, 3 de abril de 2009

Y deseo no volver jamás


Mi queridísimo espacio de publicacion
ipso facta, cuánto tiempo sin dirigirme a ti. Aún estoy liada con la terminación de ese cuadro onírico sobre la carretera sin fin. La primavera ha llegado y nos ha sorprendido a todos porque hace un calor que no veas. En Holanda tengo mi ropa de invierno, así que, se está convirtiendo en un suplicio pedalear con botas y calcetines. Nunca pensé que diría esto.

Ayer hablábamos de Frida Kahlo. Oye, cuánto sufrió esta mujer. Tuvo una vida llena de operaciones y dolores físicos y metafísicos. Eso, la llevó a pintar el surrealismo de su vida real. Hoy, ¿quién no la conoce?

Me pregunto si hay que sufrir mucho para ser recordada por los siglos de los siglos. Mira a Jesucristo, si no. Los cuadros de Frida están llenos de color, y cualquiera que no estudie un poquito su obra, pensaría que es una mujer positiva, que sólo mira el lado amable de la existencia. Sin embargo, si te detienes, y observas los rojos corazones, las blancas calaveras, los sangrantes cortes en el cuerpo de la artista autorretratada, entonces te das cuenta de lo mucho que sufrió.

De pequeña, enfermó de poliomielitis, con lo cual quedó cojita. Y estéril. De mayor, sufrió los abortos de los niños que hubiese podido tener con el amor de su vida, su infiel marido Diego Rivera.

Así que no sólo sufría físicamente, si no que tuvo que aguantar a su esposo liándose incluso con la hermana de ella. Aún así, se casó dos veces con él. Como diciendo,
te odio, pero me caso contigo... otra vez. ¡Qué mujer tan fuerte y que alma tan atormentada!

Frida se sometió a más de treinta operaciones quirúrgicas, tras aquél terrible accidente que tuvo el autobús en el que viajaba con un tranvía que se atravesó. Treinta operaciones y decenas de corsés, para intentar enderezar su columna hecha un sendero sinuoso más que un camino recto.

Hay una película de Salma Hayek, sobre la vida de la pintora. Bueno, pues la recomiendo. Está hecha con creatividad, respetando la obra de la artista. El film es colorista y alegre, pero la vida de Frida, es... una pena.

Antes de morir, tras mucho tiempo acostada en su cama, pintando para evadirse de su desgracia, Frida dijo:
Espero alegre la salida, y espero no volver jamás

¡Qué frase! Me pone los pelos de punta. Si hubiese alguna posibilidad de poder volver a la vida, Frida la rechazaría. Había sufrido tanto, que no quería volver a vivir ni por asomo. Quería, de hecho, salir cuanto antes, y no regresar.

Saquen la película del videoclub o cómprenla, porque es una reflexión sobre la vida misma.