domingo, 9 de octubre de 2011

Kill me please y disfrute del mejor cine europeo



La cinta destaca en el 44º Festival de Cine Fantástico de Cataluña
Sitges, 8 de octubre 2011

Creo que fue su humor negro, ácido y belga, lo que cautivó a la sala. Además, la cámara al hombro, la fotografía y el blanco y negro de Kill me please, jugaron un papel decisivo. También ayudó la sala en la que se proyectaba, un antiguo teatro, de esos con asientos rojos y escenario dorado, con frescos en la bóveda y aire sesentero. Todo se confabuló para enamorarnos. Aun así, no nos olvidemos de su magistral guión, ocurrente y negro guión, de Stéphane Malandrin, Olias Barco Virgile Bramly.

La película, calificada en el festival como Nuevas Visiones – Dark Fiction, dirigida por Olias Barco, presenta una de las grandes paradojas humanas, pues muchos buscan y esperan la muerte con ansias, pero huyen despavoridos cuando ésta asoma su rostro.

El Dr. Kruger dirige una clínica de suicidio asistido. Una cantante de ópera con cáncer de pulmón, una jovencísima enferma terminal, un millonario o un joven con altas pretensiones, son algunos de sus pacientes. La calmada vida de la aislada clínica se desmorona cuando sufren un inesperado ataque.

Mucho humor, y del bueno, en esta cinta. Sin duda uno de los mejores guiones para sacarle del anodino torrente de cine de masas. No se la pieda si le gusta lo bueno.


miércoles, 5 de octubre de 2011

El manzanazo del iPhone 5


Hay dos manzanas en la Historia que  han sacudido nuestras vidas. Y no sólo sacudido sino virado el timón de nuestro destino. Una fue la manzana que, según nos han contado, Eva le dio a Adán que el pobre no tenía culpa de tener hambre y probablemente ella lo hizo por generosidad, pero, mira, alejaron de nosotros, sus congéneres, el Paraíso para siempre jamás. La segunda manzana, es la manzana de Apple. Ésa a la que la sociedad le ha dado un mordisco quedándose así enganchada a su sabor y estética.

Las consecuencias de ésta, la segunda manzana, se visualizan requetebién en uno de sus productos mágicos: el iPhone 5. ¡Y cómo ha cambiado la velada con amigos desde que llegó el teléfono dichoso! Que antes había mucha más conversación sobre la mesa y descripciones de canciones, películas, anuncios y ciudades, y, ahora, hay siempre un listo que pone el dedito en el iPhone y nos muestra aquello de lo que hablábamos, cortando así el ritmo de la charla. Y ahí voy yo, intrépida, intentado sacar un tema de lo que el maldito iPhone no encuentre información, pero claro, ¿qué tema es ése? Por más que intento escapar del manzanazo, nada. Pero oiga, déjeme escuchar lo que dice mi amigo sobre esa película, ¡no me la muestre en su gorgeous smartphone!

Y voy más allá. ¡Cómo ha fastidiado el coqueteo el maldito iPhone! Antes los hombres intentaban decir algo interesante para conocerme, ahora sólo me enseñan su iPhone, cuando salió el uno, pues el uno, el dos, pues el dos, ¡y ahora ya estamos en el cinco! 

Total, que bastante desatino significó la primera manzana, como para que la segunda vaya ya por la quinta. Y las que quedan.