domingo, 12 de julio de 2015

Diario de Río: La cara en el espejo

Subíamos las cuestas a las tres de la tarde. La hermana Socorro, una monja mexicana, y yo, sudábamos el solano brasileño con los ojos puestos en el cerro donde se asienta la favela. Yo no tenía claro adónde íbamos, sabía que a una comunidad pero no podía imaginar lo que allí había. Sin darme cuenta, de pronto estaba en la entrada misma.  

Hay un clima de violencia que flota en el ambiente, las caras, las miradas que nos siguen, el coche rojo del traficante pasando cerca nuestro. La hermana Socorro tocó la primera puerta, íbamos a invitar a los niños a una excursión al jardín botánico de Río de Janeiro, seguramente un espectáculo de la naturaleza por todo lo alto. 


Al entrar en esa casa, cayéndose a trozos, con muebles viejos y rotos, olores extraños, suciedad ordenada, saludé tal y como la hermana Socorro lo hacía, a todos di un abrazo prolongado. Me sentí como en una película sobre las comunidades brasileñas, ahí estaba yo, en pleno film. 

Tenía tal impresión que noté mi cara de extrañeza combinada con una sonrisa que intenta aparentar tranquilidad. Busqué mi cara en un espejo, nunca me la había visto así, los ojos como platos, la boca sonriente. Algo teatral. La visión de todo me dejaba sin palabras y mi propia cara devuelta por el espejo tenía igual efecto en mí.

Mi cara, sus sonrisas y el implacable valor de la hermana Socorro. Aquí nada te deja indiferente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que valiente eres, Ly. Me hubiera gustado estar preparada para afrontar algo asi, aunque creo que nunca se está. Cuudate mucho y cuando te falten las fuerzas, piensa en la suerte que hemos tenido y lo que el destino nos evitó....
Suerte, amiga.
Te quiero mucho.
Myriam, la de la antorcha....

L. K. dijo...

Gracias, Myriam, por esos ánimos. El caso es que la experiencia está siendo revitalizante. A veces pienso que vivimos en modo automático y aquí cada día es una montaña rusa. La vida al borde de algo me hace sentir viva, más que allí. Cosas raras que me pasan por la cabeza ;-)
Te quiero bonica.
Besos desde el otro lado!
Ly